La Pica es un despoblado situado en el municipio de Tajahuerce, en la provincia de Soria. Consta de un torreón medieval o atalaya, una iglesia románica en ruinas y los restos del un palacio.
Declarada como bien de interés cultural en 1949, la torre defensiva musulmana se cree que fue construida en el siglo X. Consta de unos 15 metros de altura y esta realizada en tapial de mampostería. Sobre el dintel de la ventana, existe un grabado de un castillo de tres torres almenadas.
Con el objetivo de reforzar la vigilancia entre fronteras durante los siglos X-XII, se construyeron una serie de torreones defensivos a lo largo del río Rituerto para garantizar la seguridad de los habitantes en tiempos de guerra. Sin embargo, la torre de La Pica situada en un pequeño valle entre montañas, y con muros de 2 metros de ancho, cumplía con la función de refugio más que de vigilancia.
Como decía anteriormente, junto al torreón llamado también “Torre de los Salvadores”, se conservan los restos que formaron parte del palacete de los Bravo de Saravia y los restos de una pequeña iglesia románica probablemente de origen mozarabe.
Esta iglesia, de una sola nave y ábisde semicircular, fue construida tras la conquista definitiva del territorio por parte de las tropas cristianas durante el siglo XII.
Una vez reconquistado el territorio, los nobles que tomaron posesión de La Pica, aprovecharon las zonas antiguamente desocupadas para levantar una hilera de cinco casas que después servirían como palacio a los nobles herederos.
La Pica se deshabitó en el siglo XVIII, los nobles que vivieron en él, fueron apodados “los caciques” porque de ser habitantes pasaron a ser dueños del actual despoblado y más tarde, del torreón. En el Catastro de la Ensenada, aparece descrita la población como “cinco habitantes pertenecientes al marqués del mismo nombre”. En 1684, el título nobiliario de Marques de la Pica, se concedió a Francisco Bravo de Saravia y Ovalle como pago a sus servicios de Chile en las guerras de Arauco.
La Pica se nos presenta como un pueblo con una historia que llegó incluso a cruzar el charco. El despoblado presenta a priori buenas condiciones de habitabilidad pues la fuente que mana en la parte baja del barranco, las tierras de cultivo en del entorno y la protección que proporcionaba el torreón hicieron de La Pica uno de los enclaves moriscos que limitaban el reino de Al-Andalus.